Las ventanas son los elementos que nos conectan con el mundo exterior. A través de ellas se enmarca el paisaje y se definen la privacidad, la iluminación y la ventilación natural. Hoy en día, en el mercado de la construcción, encontramos diferentes tipos de aberturas. Aprenda aquí cómo elegir el tipo que mejor se adapte a las necesidades de su proyecto.
Uno de los principales elementos arquitectónicos, el marco de la ventana, es la base del proyecto de construcción. Las ventanas pueden variar en tamaño y material, así como en el tipo de cierre, como vidrio y contraventanas, y en el mecanismo de apertura; además, pueden influir en el ambiente del espacio interior y del proyecto, creando un entorno más privado y versátil, o más luminoso y dinámico.
En general, el marco consta de un vástago fijado a la pared, que puede ser de madera, aluminio, hierro o PVC, sobre el cual se coloca la hoja —el elemento que sella la ventana con materiales como vidrio o contraventanas, que pueden ser fijas o móviles—. Al moverse, se pueden abrir y cerrar de diversas maneras, ocupando más o menos espacio fuera de la pared. A continuación, mostraremos los tipos de ventanas más comunes y cómo abrirlas:
Constan de un marco de rieles por donde se deslizan las láminas. Debido a su mecanismo de apertura, la superficie de ventilación suele ser menor que la de la ventana. Es una buena solución para espacios reducidos, ya que apenas sobresale del perímetro de la pared.
Las ventanas abatibles siguen el mismo mecanismo que las puertas tradicionales, utilizando bisagras abiertas para fijar las hojas al marco, creando un área de ventilación total. En el caso de estas ventanas, es importante predecir el radio de apertura, ya sea exterior (lo más común) o interior, y predecir el espacio que ocupará esta hoja en la pared exterior al área de la ventana.
Muy utilizadas en baños y cocinas, las ventanas oscilobatientes funcionan mediante un mecanismo de inclinación que mueve la ventana verticalmente, permitiendo su apertura y cierre. Suelen ser ventanas más lineales y horizontales con una superficie de ventilación reducida, lo que lleva a muchos proyectos a optar por combinar varias ventanas angulares para crear una ventana grande con una abertura pequeña. Siempre se abren hacia afuera; su proyección fuera de la pared no es muy pronunciada, pero es importante colocarlas con cuidado, ya que pueden provocar accidentes a las personas que se encuentren en la habitación.
Al igual que las ventanas abatibles, las ventanas Maxim-Air tienen el mismo mecanismo de apertura, pero un sistema diferente. La ventana abatible cuenta con una palanca en el eje vertical y puede abrir varias hojas simultáneamente, mientras que la ventana Maxim-Air se abre desde el eje horizontal, lo que permite una mayor apertura, aunque solo de una hoja. Su proyección es mayor que la de la ventana oblicua, por lo que requiere una colocación cuidadosa de los elementos y suele instalarse en zonas húmedas.
Una ventana giratoria consta de hojas que rotan alrededor de un eje vertical, centrado o desplazado del marco. Sus aberturas giran tanto hacia adentro como hacia afuera, lo cual debe preverse en el proyecto, especialmente en ventanas muy grandes. Su apertura puede ser más amplia, ya que abarca casi toda la superficie de la ventana, permitiendo una zona de ventilación relativamente grande.
Las ventanas plegables son similares a las ventanas abatibles, pero sus hojas se doblan y encajan al abrirse. Además de abrir la ventana, la ventana tipo camarón permite que el vano se abra por completo y su proyección debe tenerse en cuenta en el proyecto.
La hoja consta de dos láminas que discurren verticalmente, se superponen y permiten abrir la mitad del ancho total de la ventana. Al igual que las ventanas correderas, este mecanismo no sobresale de la pared y queda prácticamente confinado a unos límites, lo que lo hace ideal para espacios pequeños.
Las ventanas fijas son aquellas en las que el papel no se mueve. Generalmente constan de un marco y un cierre. Estas ventanas no sobresalen de la pared y a menudo se utilizan para enfocar funciones como la iluminación, conectar vistas específicas sin ventilación y limitar la comunicación con el exterior.
Además del tipo de apertura, las ventanas también varían según el tipo de sellado. Las láminas pueden ser translúcidas y cerrarse con materiales como mosquiteras, vidrio o incluso policarbonato. O también pueden ser opacas, permitiendo la ventilación, como es el caso de las clásicas contraventanas, que aportan un toque especial al ambiente.
A menudo, un único mecanismo de apertura no es suficiente para las necesidades del proyecto, lo que da como resultado una combinación de diferentes tipos de aperturas y cierres en una sola ventana, como la clásica combinación de ventanas de guillotina y planas, donde las hojas abatibles son contraventanas y la guillotina tiene vidrio translúcido. Otra combinación clásica es la de hojas fijas con hojas móviles, como las ventanas correderas.
Todas estas decisiones influyen en la ventilación, la iluminación y la comunicación entre los espacios interiores y exteriores. Además, esta combinación puede convertirse en un elemento estético del proyecto, aportándole su propia identidad y lenguaje, además de su funcionalidad. Por ello, es importante considerar qué material es el más adecuado para las ventanas.
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Hora de publicación: 14 de mayo de 2022